Me resulta difícil escribir ahora al respecto. Así que corto por lo sano: Constantino Carvallo fue una de las personas más especiales que he conocido y me entristece terriblemente su partida.
Cuando nos propuso hacer la antología de poetas ex alumnos del cole, me dijo que un poema lo tocó en particular... y a pesar de que no es uno de mis favoritos, se lo regalo ahora.
Para Constan
Anochece
en el espejo y la cama
en la calle la noche llega más lenta
para que despacio, salgan los ciegos
y se toquen
una o mil veces antes del amanecer.
Ha llegado
la noche que era tan mía
ha venido a aplanarme las córneas
imprecisas
a verterlas en mi falda
puerto inexplorado
a tornasolar el pecho ha venido
transparentarlo.
La noche que era otra luz apuntado a los ojos
viene ahora a escarbarlos
con un cordón pálido y entre abierto
que me grita
en mis arterias
las más oscuras
sólo el amor es un lugar verdadero.
Así he sonreído
con labios delgados
aún la sonrisa se mantiene
se dilata entre mis palabras.
en el espejo y la cama
en la calle la noche llega más lenta
para que despacio, salgan los ciegos
y se toquen
una o mil veces antes del amanecer.
Ha llegado
la noche que era tan mía
ha venido a aplanarme las córneas
imprecisas
a verterlas en mi falda
puerto inexplorado
a tornasolar el pecho ha venido
transparentarlo.
La noche que era otra luz apuntado a los ojos
viene ahora a escarbarlos
con un cordón pálido y entre abierto
que me grita
en mis arterias
las más oscuras
sólo el amor es un lugar verdadero.
Así he sonreído
con labios delgados
aún la sonrisa se mantiene
se dilata entre mis palabras.