Tengo problemas para volverme una blogger normal, creo. Es bastante complicado verter con sinceridad las cosas que pienso o siento sin tener reparo en lo que pueden pensar quienes me lean. Me pasaba hace años cuando escribía mucha más poesía y pretendía dedicarme a eso; ahora más bien pienso en las consecuencias prácticas que esto puede tener a nivel laboral... medio tonto no? Finalmente el cometido era compartirme, pero sobre todo perennizar cosas que considero importantes.
Andaba hace días pensando cosas lindas, pero sobre todo triviales, que subir, hasta que Constantino falleció y todo perdió un poco el sentido.
Alguien por ahí me preguntó cómo puedo seguir triste si sólo había sido mi profesor, y bueno, entre la pereza de contarle que no sólo fue mi profesor, y el no exponerme a sentirme peor, preferí confirmar que sí pues, no tenía mucho sentido.
Y no es que no me lo pregunte eh... de veras me sorprende el alcance que ha tenido esto. Pero no recaigo tanto en el resultado personal en mí, sencillamente siento una ausencia terrible. Y es que fue como un papá en gran medida, y mi referente más grande ahora que he podido pensarlo.
Creo sencillamente que me importa la huella de lo que deja de estar, la forma que toma esta ausencia tan grande.
Constan me dijo que no sea monga y comparta lo más que pueda cada cosa. Y bueno, no le veo tanto sentido ahora igual, pero lo siento como una especie de deuda con él que tuviera que pagar al margen de mi vergüenza o pudor. Cuando tenía 20 años escribí esto, que incluyeron en la antología del cole también si mal no recuerdo... Un par de poemas medios depres para mi actual gusto.
Me uno a la noche
como el azul a la piel del agua.
Tanteo el espacio
olor a tierra húmeda
tanteo olvidar
callar
inspirar.
Un horroroso cielo me espera
con una voz que se les parece
y tengo grabada
en la tela que me separa de la vida.
Sospecho de la vida
de cómo se corre de mis años
¿quién habrá de retenerme si mis párpados finalmente golpean el suelo?
¿quién se imantará a mi superficie?
No reconozco las palabras
mas sí
la temperatura matinal
el derretirse de las formas bajo las luces.
He dejado la perspectiva correcta de las cosas
colgada en las moreras a mi paso
y al tiempo fondeando el pavimento.
Anduve alargada
vertical sobre el paisaje,
modelé la calle en forma de labio
me circundaron ternuras
que hoy se estrellan como olas de otra orilla.
Quisiera salirme
sacarme del contorno
quisiera incinerar los trocitos
y armar las cenizas
las ternuras a(r)marlas
quisiera extender el espacio
y notar mi ausencia
dormir
confiar en el sueño
cerrar los ojos.
Mi muerte será la de un asteroide que se estrella sin dejar estela arrancaré mi memoria.
Quiero que me olviden
que me mueran
que no evoquen con ternura el espacio vacío donde nunca estuve
que compliquen sus ratos libres llenando el hueco que seré.
Me llevaré todo
quedará borrado de sus manos
seré rotunda en esta negación
otra
tan mía
creada
sacada a flote
Andaba hace días pensando cosas lindas, pero sobre todo triviales, que subir, hasta que Constantino falleció y todo perdió un poco el sentido.
Alguien por ahí me preguntó cómo puedo seguir triste si sólo había sido mi profesor, y bueno, entre la pereza de contarle que no sólo fue mi profesor, y el no exponerme a sentirme peor, preferí confirmar que sí pues, no tenía mucho sentido.
Y no es que no me lo pregunte eh... de veras me sorprende el alcance que ha tenido esto. Pero no recaigo tanto en el resultado personal en mí, sencillamente siento una ausencia terrible. Y es que fue como un papá en gran medida, y mi referente más grande ahora que he podido pensarlo.
Creo sencillamente que me importa la huella de lo que deja de estar, la forma que toma esta ausencia tan grande.
Constan me dijo que no sea monga y comparta lo más que pueda cada cosa. Y bueno, no le veo tanto sentido ahora igual, pero lo siento como una especie de deuda con él que tuviera que pagar al margen de mi vergüenza o pudor. Cuando tenía 20 años escribí esto, que incluyeron en la antología del cole también si mal no recuerdo... Un par de poemas medios depres para mi actual gusto.
Me uno a la noche
como el azul a la piel del agua.
Tanteo el espacio
olor a tierra húmeda
tanteo olvidar
callar
inspirar.
Un horroroso cielo me espera
con una voz que se les parece
y tengo grabada
en la tela que me separa de la vida.
Sospecho de la vida
de cómo se corre de mis años
¿quién habrá de retenerme si mis párpados finalmente golpean el suelo?
¿quién se imantará a mi superficie?
No reconozco las palabras
mas sí
la temperatura matinal
el derretirse de las formas bajo las luces.
He dejado la perspectiva correcta de las cosas
colgada en las moreras a mi paso
y al tiempo fondeando el pavimento.
Anduve alargada
vertical sobre el paisaje,
modelé la calle en forma de labio
me circundaron ternuras
que hoy se estrellan como olas de otra orilla.
Quisiera salirme
sacarme del contorno
quisiera incinerar los trocitos
y armar las cenizas
las ternuras a(r)marlas
quisiera extender el espacio
y notar mi ausencia
dormir
confiar en el sueño
cerrar los ojos.
Mi muerte será la de un asteroide que se estrella sin dejar estela arrancaré mi memoria.
Quiero que me olviden
que me mueran
que no evoquen con ternura el espacio vacío donde nunca estuve
que compliquen sus ratos libres llenando el hueco que seré.
Me llevaré todo
quedará borrado de sus manos
seré rotunda en esta negación
otra
tan mía
creada
sacada a flote